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Ojo con la contaminación en los alimentos
mason-jar-750113_1280_Imagen de congerdesign en Pixabay

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Con estos 10 tips puede lograr almacenar la comida para sus mascotas de la mejor forma posible, sin ocasionar riesgos para la salud y el bienestar de nuestros amigos peludos.

Cuando los alimentos están en mal estado o contaminados pueden ser fuente de enfermedades para su perro o gato, por lo que su almacenamiento adecuado es esencial para su salud.

La forma en que se guardan los alimentos – húmeda o concentrado – contribuye a una mejor y mayor conservación y durabilidad.

Es importante recordar que los alimentos para perros y gatos al igual que la comida para humanos está expuesta a alteraciones tanto cerrados como una vez abiertos.

Expertos recomiendan estar pendientes de factores como la temperatura, la humedad (que provoca moho), el aire (que conduce bacterias) y la luz; así como tener en cuenta algunas recomendaciones que facilitan que la comida de nuestros amigos peludos se mantenga en condiciones óptimas.

Entendiendo los riesgos

Los alimentos mal almacenados pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias, moho y otros contaminantes. La ingestión de alimentos en mal estado o contaminados puede provocar problemas gastrointestinales, intoxicación alimentaria y otras complicaciones de salud graves.

Comprar lo necesario

Aunque es muy tentador comprar concentrado de gran tamaño por el ahorro económico, hay que tener en cuenta la relación entre las porciones que nuestra mascota consuma y la fecha de vencimiento.

Una vez abierto el paquete, la calidad de producto disminuye tanto en nutrientes como en olor, sabor y textura. Por lo tanto, la norma a seguir sería comprar y almacenar alimento para un tiempo entre dos semanas y máximo un mes.

Escoja contenedores adecuados

Por regla general, el empaque del producto está diseñado para conservar la frescura de los alimentos y puede venir con prácticos sistemas de cierre como zip que facilitan su apertura y cierre, si no es así, se puede usar las técnica de enrollado y pinzas.

Si prefiere los recipientes, elija que sean herméticos y resistentes de plástico, metal o vidrio a prueba de humedad y de plagas. Evite el uso de bolsas de plástico o cajas de cartón, ya que son susceptibles a rasgaduras, perforaciones y posibles infestaciones de insectos.

Dónde colocarlo

En este asunto, hay que seguir el sentido común. Busquemos lugares oscuros, frescos, limpios y secos. Donde no haya una excesiva humedad para evitar el moho o que el pienso se quede pegajoso, las altas temperaturas para que no se seque ni se descomponga, y alejado de la luz solar directa.

Nunca dejemos el saco en zonas exteriores y si vivimos en casas con jardín o de campo colocar las bolsas o sacos de comida en un lugar elevado para evitar que se acerquen insectos o roedores.

Qué pasa con el alimento húmedo

Cuando este tipo de alimentos están cerrados -envasados en latas o bolsas- mantienen una larga vida larga. Mientras no se abren, debemos respetar las reglas de almacenamiento: lugar fresco, lejos de la luz del sol, seco y limpio.

Una vez abierto debe conservarse bien tapado dentro de la nevera o bien pasarlo a un recipiente con tapa para evitar que se reseque o coja mal olor; terminar de consumir en un máximo de dos a tres días.

Etiquetar y rotar la comida

Etiquete claramente los recipientes de comida de su perro o gato con la fecha de vencimiento o la información de “mejor caducidad”. Esto le ayudará a realizar un seguimiento de su frescura y a garantizar que utilice primero los alimentos más viejos, evitando la acumulación de productos caducados o rancios. Además, considere rotar el suministro de alimentos de su compañero de cuatro patas para mantener una frescura óptima.

Monitorear el control de temperatura y humedad

El lugar de almacenamiento juega un papel importante en la conservación de la calidad de los alimentos. Lo ideal es mantener los recipientes en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, el calor excesivo y la alta humedad. Mantenga una temperatura constante, para evitar el crecimiento de bacterias y moho.

Separe los alimentos secos y húmedos

Los alimentos secos y húmedos tienen diferentes instrucciones de almacenamiento. Los primeros son más estables y pueden almacenarse en el embalaje original o transferirse a un recipiente hermético; mientras que los húmedos deben estar en la nevera y una vez abiertos, consumirse en el plazo recomendado.

Evite la contaminación cruzada

Al manipular la comida de su perro o gato, tenga cuidado con la contaminación cruzada. Lávese bien las manos antes y después de acceder a los recipientes y utilice utensilios limpios para sacar o medir la comida. Evite introducir objetos extraños o sustancias que puedan comprometer la integridad de los alimentos.

Revise la comida con periodicidad

Inspeccione periódicamente la comida de su perro o gato y los recipientes en los que está almacenada para detectar signos de daño, humedad o infestación. Si nota algún cambio preocupante, como decoloración, olores inusuales o presencia de plagas, deseche el alimento afectado inmediatamente y limpie minuciosamente el área de almacenamiento.

Estas mejores prácticas para el almacenamiento adecuado de alimentos pueden ayudarle a garantizar que la alimentación de su compañero peludo permanezca segura, fresca y libre de contaminantes nocivos. Priorizar la salud y el bienestar de su perro o gato debería ser una de las principales preocupaciones, y el almacenamiento adecuado de los alimentos es un paso crucial para lograr ese objetivo.

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