Tanto perros como gatos son las mascotas más populares en los hogares del mundo. Son tiernos, amigables, graciosos y un miembro más para las familias. De acuerdo con un reciente anuncio de la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA), los gatos viven en promedio entre 12 y 18 años, mientras que los perros entre 10 y 13 años. Estos son los factores que marcan la diferencia.
La Genética
Los gatos tienen una menor tasa de mutaciones genéticas que los perros, lo que los hace más resistentes a ciertas enfermedades hereditarias. Además, el sistema inmunológico de los gatos es más eficiente lo que les ayuda a combatir las infecciones.
El Tamaño
Por ser más pequeños que los perros, los gatos tienen una ventaja evolutiva. Tienen un menor gasto energético, menos presión sobre sus órganos vitales, lo que se traduce en una mayor esperanza de vida.
El Metabolismo
Los gatos tienen un metabolismo más lento que los perros, quemando menos calorías y produciendo menos radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células y el ADN, acelerando el proceso de envejecimiento.
El Ambiente
Los gatos son más independientes y cautelosos que los perros, lo que hace que se adaptarse mejor a diferentes entornos y eviten situaciones de riesgo. También, suelen pasar más tiempo dentro de casa, protegiéndose de factores externos como el tráfico, los parásitos o las peleas con otros animales.
El Cuidado
Los gatos se limpian a sí mismos con su lengua, manteniendo su higiene y previniendo enfermedades. Son más selectivos con su alimentación, lo que les evita problemas de obesidad o diabetes. Por otro lado, los dueños de gatos suelen esterilizarlos con mayor frecuencia que los de perros, lo que reduce el riesgo de cáncer o infecciones en el aparato reproductor.
Estas ventajas ayudan a los gatos sobre los perros a la hora de vivir más tiempo. Esto no significa que los perros sean menos saludables o felices. Cada animal es único y que la longevidad está influenciada por diferentes factores como la genética, el cuidado, la dieta, el ejercicio y la atención médica.
Proporcionar una buena atención y un ambiente saludable puede aumentar las probabilidades de una vida más larga y saludable tanto para los gatos como para los perros.