Una buena nutrición es crucial para la salud y el bienestar de nuestras mascotas.
La nutrición es muy importante para mantener la salud de perros y gatos, aportando nutrientes que ayudan al crecimiento y desarrollo de un sistema inmunológico fuerte, piel y pelaje saludables y previniendo problemas de peso y enfermedades asociadas.
Para comenzar una alimentación adecuada, la doctora Carolina Martínez, Médica Veterinaria de la Universidad Nacional con énfasis en pequeños animales perros y gatos, nos comparte estas sencillas 21 reglas de oro para una buena nutrición de nuestros animales de compañía.
Las primeras reglas de oro
Consulte a su veterinario de confianza para planificar una dieta saludable para su mascota, bien sea con concentrado o comida natural.
No darle la comida que preparamos para nosotros. La sal, los condimentos, grasas y salsa no son saludables para ellos ni para su digestión.lemento de la lista
Evite la comida de paquete. No le demos las llamadas “galguerías” porque así sea un bocado es muy perjudicial.Elemento de la lista
Si vamos a empezar por primera vez, sea comida fresca o concentrado, darles PEQUEÑAS CANTIDADES, sin exagerar, ya que se puede valorar si tolera la comida y si no hace alergias al alimento.
Si está decidido a dar dietas mixtas lo recomendable es suministrarlas por separado nunca juntas. En un plato concentrado y en otro, comida natural. Puede ser al desayuno pepitas y en la cena comida fresca. Si se dan juntas hacemos que el tracto digestivo trabaje más, generando los PH necesarios para degradar los dos tipos de alimentos que son muy diferentes.
Pollo y pescado: ¿si o no?
Los perros y los gatos pueden comer pollo. Una pierna pernil o pechuga cocinada y desmenuzada, así como también carne de res molida son buenos para su dieta.
Los corazones de pollo cocinados son grandes premios, así como los hígados y las mollejas, pero con estos últimos córtelos muy pequeños, ya que son algo duros.
Así no lo crea, pueden consumir pescado siempre y cuando sea la pulpa. El riesgo está en la espina. El robalo, la trucha o el salmón son buenas opciones.
Qué pasa con los lácteos, frutas y verduras
Quesos frescos como cuajada, queso pera o mozarella.
Frutas picadas en las mañanas como banana, manzana, papaya o pera.
Verduras como zanahoria, remolacha, apio y arveja. Algunas crudas o cocinadas.
Lácteos frescos como kumis o yogures blancos y el griego que puede ser un buen alimento por su proteína. UNA CUCHARADITA
¿Y sobre los huesos?
Con los huesos hay una diferencia entre el perro y el gato. El perro se lo traga de una vez, en cambio el gato es más delicado y corre más riesgo.
No le dé hueso muy seguido también puede causar problemas de estreñimiento, es mejor cada cierto tiempo.
Si no acostumbró al perro a comer hueso de pequeño y no sabe como hacerlo, es mejor guiarlo con u experto. Hay partes blandas del hueso de pollo fáciles de digerir como el triángulo de la pechuga que se puede cocinar y cortar en pedazos pequeños.
Evite los huesos de carnaza o los dulces con colorantes pueden ser atractivos para el ojo humano, pero no para ellos.
Otros consejos más
Ideal: tres comidas diarias para el perro, pero si es difícil lo recomendado son dos. Cuando se dejan períodos muy prologando entre comidas puede generar problemas de gastritis.
Si no tiene tiempo o no está en casa todo el día, hay muchas opciones como los dispensadores de comida electrónica. Estos funcionan tanto para concentrado como para la alimentación fresca.
El gato es nocturno y cazador. En estado silvestre, este animal come de 9 a 14 veces al día. Por eso se recomienda darle un mínimo tres veces diarias y, si es posible, dejarle galletas de buena calidad escondidas para que por la noche las busque y coma.
El pan…mala idea
El pan es una pésima idea: se acumula en las encías, produce cálculo y enfermedades periodontales. El intestino del perro es muy corto y no es fácil asimilar las harinas; como no tiene amilasa en las glándulas salivales tampoco hace el proceso de degradar los almidones en la saliva, yendo directo al páncreas e intestino.
Si está acostumbrado a comer pan todos los días no se lo quite de raíz, pues le causa ansiedad y estrés. Hágalo poco a poco y lo puede reemplazar con arepa que puede ser de maíz.