No «desgaste» el nombre de su mascota
Los expertos coinciden en resaltar la importancia de no asociar el nombre del perro con situaciones negativas
Es usual que utilicemos el nombre de nuestro perro para comunicarnos con él: para llamarlo, consentirlo, jugar y hasta para regañarlo cuando hace algo mal; sin embargo, utilizar tanto el nombre y de mala manera puede llevar a crear problemas de conducta innecesarios y generar confusión.
Lo primero que se debe tener en cuenta es utilizar el nombre únicamente en situaciones positivas y, así el perro, relaciona su nombre con algo bueno y cuando lo llame acudirá inmediatamente y sin problemas.
No llame a la mascota por su nombre para regañarlo por un mal comportamiento, porque lo asociará con cosas negativas y cuando quiera que le preste atención o venga a jugar, tendrá un efecto contrario, ignorará la orden y se alejará.
Si nuestra mascota está teniendo malas conductas, es importante acercarnos sin llamarlo y utilizar otros sonidos como el NO o un SSSHHH. No olvide el contacto visual para que entienda que su comportamiento está mal.
Otra recomendación es no llamarlo a cada momento porque llegará el caso que no le preste atención y simplemente ignore los llamados y siga con sus cosas.
Un último consejo: tener un consenso familiar para que todos sean unánimes al usar el nombre y no confundan a la mascota.